¿Juan Luis, de dónde sale el nombre artístico Maluma?
Mi mamá se llama Marlli, mi papá Luis; y mi hermana, Manuela, entonces son las dos primeras letras del nombre de cada uno las que conforman el nombre de Maluma.
¿Cómo empieza Maluma en el género urbano y cómo nace su amor por el reguetón?
Desde muy niño me crie escuchando salsa, y la salsa también es un género que habla de la calle al igual que el reguetón. Me encanta y desde muy pequeño he tenido esto en mi sangre, en mis venas, y por eso sigo interpretando la música urbana.
¿Y hubo alguna fuente de inspiración en su ciudad natal, Medellín, J- Balvin, por ejemplo?
Realmente siempre fueron iniciativas mías, pero, como decimos nosotros (los intérpretes del género), con un ‘flow’ más americano, con algo más de afuera. Grandes artistas que han sido inspiración para mí son Justin Timberlake, Usher, Chris Brown, a quienes siempre he admirado y he escuchado. A J-Balvin y a los otros intérpretes los respeto muchísimo, les tengo mucha admiración porque han trabajado mucho y han hecho demasiado por el género, y gracias a muchos de ellos, que fueron los que tocaron las puertas en muchos países, me quedaron muchas puertas abiertas a mí y por ahí es por donde me estoy metiendo.
¿Cómo alguien tan joven (20 años) ha cosechado tantas cosas, como por ejemplo la casa que salió publicada en metrocuadrado.com?
Yo creo que ha sido fruto de mucho trabajo, me ha ido muy bien. Estoy muy agradecido de verdad; desde el principio la gente me ha apoyado y no ha parado ese movimiento de Maluma. Creo que son muchas bendiciones que me han llegado en mi vida.
Hay un tema que siempre se ha vinculado con el reguetón como lo es la influencia del narcotráfico. ¿Cómo ha vivido usted eso, especialmente en Medellín y en las comunas?
Muchas veces me ha tocado ir a sitios donde la violencia es inminente; también la droga, el vicio y el narcotráfico existen y se siente por ahí en el aire. Realmente yo he ido a estos sitios, pero buscando un mensaje positivo, mostrándoles a los jóvenes que sí lo pueden hacer. Si yo fui capaz a mi corta edad de lograr todo lo que estoy haciendo, creo que hay muchos caminos diferentes que hay que aprovechar, pero de los que ellos no tienen conocimiento por estar encerrados en su mundo de narcotráfico y de todo eso. Yo quiero ser un centro de inspiración para muchos jóvenes, no solamente en mi ciudad sino en toda Colombia, que de pronto toman malos pasos. Con mi música yo solamente doy un mensaje positivo, que es lo que me importa.
¿Y qué les diría a los que asocian el reguetón con la cultura mafiosa?
Creo que realmente no conocen el género porque hay más cosas positivas que negativas. Yo sé que hay muchos artistas que se han influenciado por lo que ha vivido Colombia durante tantos años, y eso es normal porque al fin y al cabo el rap también habla de eso, pero nunca promoviéndolo. Igual mi género es bien diferente porque yo hago música muy comercial, que sin querer hacerla así, resulta comercial porque hablo de amor, de cosas positivas, de la mujer, obviamente alagándolas, porque las mujeres son el centro de inspiración.
Ya que habla de las mujeres, ¿cómo ha asimilado que en todas partes lo paran y se le insinúan?
(Risas) Eso es bien charro (cómico) porque obviamente yo tengo 20 años y creo que cualquier hombre a esta edad quisiera tener ese referente de tener a todas las mujeres encima, pero es algo que uno tiene que aprender a manejar porque si no se enloquece y se puede volver un vicio que puede acabar tu carrera.
¿Y en algún momento cuando empezó a vivir eso se llegó a “enloquecer”?
Obviamente al principio yo decía, “¡Uy, qué es esto que está pasando!” y me estaba desviando un poquito, pero después vi que ese no era el camino, me puse por donde era y por eso es que soy exitoso, por mi seriedad y la forma en la que manejo mi carrera.
¿Cómo ha manejado la fama y el ‘boom’ que hay en torno a usted? ¿Alguien le ayuda?
Yo creo que la familia es el factor más importante en todo artista. Los valores con los que se crían las personas son lo más importante. Y con la fama…yo no me vivo la película. Nunca me levanto y digo: “¡Wow! Yo soy Maluma”, no. Eso no me importa yo solamente hago música y pongo a gozar a la gente, que es lo que me interesa. Yo soy bien tranquilo, vivo el día a día y amo a mis papás que son los que me tienen los pies sobre la tierra.
Su ‘look’ es parte de su sello, ¿tiene referentes especiales?
No sé, me gusta como está. Yo cambio mucho. Mirá que yo estoy calvo, me dejo crecer el pelo, me pinto de mono. Yo soy bien juguetón con esa vuelta de estar cambiando mi ‘look’, pero no hay nadie que me inspire, si siento que me veo bien lo dejo, y ya.
¿Y le gusta ser referente y que la gente quiera parecerse a usted?
Sí, eso me gusta mucho. Por ejemplo cuando voy a la barbería, el barbero va, me motila y me dice “Ey, ¿sabés qué? Ya han venido como cinco personas a decirme ‘hágame el de Maluma’”. Eso es bien bacano.
¿Cuál es su mayor meta u objetivo?
Uno como artista quiere ganar Grammys, cantar en el Madison Square Garden, pero como persona seguir haciendo lo que he venido haciendo, ser un ejemplo para la sociedad, hacer buena música y vivir de lo que amo. Nunca quiero perder ese enfoque porque es lo que me genera felicidad.